Era una chica aparentemente de unos dieciséis años. La observé y escruté con la mirada en su totalidad: llevaba una diadema de tela carmesí con acabados de estilo arábigo sujetándole el pelo, tenía la tez blanca como la leche. Vestía unos pantalones de estilo “pata de elefante” de color turquesa y una blusa azul cian. Sus zapatos eran al estilo de antaño, con el tacón muy bajo. Su cabello era de color tostado y sus ojos negros, inspiradores de profundidad y amabilidad. Su apariencia era de carácter suave y parecía un tanto mayor. Merecía una gastar una porción de mi tiempo charlando con ella.
Y eso fue lo que hice…
Texto realizado en la clase de Isabel Palacio, profesora de 6º de castellano
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